Pérdida auditiva unilateral y bilateral: diferencia y tratamiento

La pérdida auditiva sucede cuando una persona no alcanza el umbral de audición de 20 decibeles. Esta pérdida puede deberse a diversos factores y tener diferentes grados.

La pérdida de la audición neurosensorial es uno de los tipos básicos de disminución auditiva. Esta implica un daño en el oído interno (cóclea) o en los conductos de los nervios que comunican al oído interno con el cerebro. Puede ser unilateral o bilateral y, en todos los casos, produce una disminución en la calidad de vida de quien la padece.

La pérdida de la audición neurosensitiva puede producirse solo en uno o en los dos oídos. Cuando ocurre de un solo lado, es llamada pérdida auditiva unilateral. En este caso, el oído no afectado escucha de manera normal, es decir, que se ajusta a los parámetros esperados. Por el contrario, en la pérdida auditiva bilateral, la disminución de la capacidad de oír afecta a ambos oídos.

La pérdida de la audición unilateral es frecuente también en niños. En estos casos, es de gran importancia identificar el problema a tiempo para evitar que sufran consecuencias negativas más tarde en su vida.

Para lograr detectar y tratar la pérdida auditiva unilateral y bilateral, es fundamental conocer sus síntomas.

La pérdida de la audición bilateral es más fácil de detectar, ya que la persona afectada no puede oír por ninguno de los dos oídos. El problema para detectar la disminución de la audición se presenta cuando solo uno de los oídos se ve afectado.

Uno de los motivos es que, cuando una persona aún conserva el sentido de la audición en uno de sus oídos, es posible que no detecte la pérdida en el otro. Por eso, es importante prestar atención a signos como estos:

• Si se aprecia una diferencia en la calidad del sonido de un lado determinado.
• Al percibir una clara disminución del volumen de los sonidos que se estaba acostumbrado a oír.
• Si identificar el origen espacial de un sonido o ruido (desde dónde proviene) se convierte en algo difícil de realizar.
• Dificultad para distinguir diferentes sonidos, especialmente si hay ruido de fondo e, incluso, si este es leve.
• Realizar un esfuerzo para entender a otras personas cuando hablan.
• Si el sonido es lejano, no se percibe o se percibe con menor intensidad que la real.
• Si algunos sonidos se escuchan más fuerte en uno de los oídos.
• Si las voces y sonidos graves son más fáciles de escuchar que los agudos.

Aunque una persona con pérdida auditiva unilateral o bilateral pueda identificar su problema, será el médico quien determine tu gravedad y tratamiento.

Para ello, existen diferentes estrategias de diagnóstico:

• Historia clínica: la información que se le da al especialista ayudará a comprender el problema y afrontar el resto de las pruebas de diagnóstico. Para ayudarte, es muy útil anotar previamente los detalles importantes de la situación.
• Exploración física con otoscopía: el médico realiza una observación de los oídos para detectar posibles causas del problema y descartar aquellas que no correspondan.
• Pruebas audiológicas subjetivas: requieren de la colaboración del paciente, e incluyen acumetrías y audiometrías.
• Pruebas audiológicas objetivas: miden la respuesta fisiológica ante ciertos estímulos y no dependen de la voluntad del paciente. Incluyen estudios como las otoemisiones acústicas y los potenciales auditivos.
• Pruebas de imagen: tomografía computarizada, resonancia magnética, arteriografia.
• Pruebas de laboratorio: en el laboratorio pueden detectarse virus responsables de hipoacusias o anticuerpos anticocleares.

El primer paso para tratar o remediar la pérdida auditiva es prestar atención a cualquier inconveniente y acudir al especialista. Es importante concertar una cita con el médico si hay sospechas de disminución de la audición en uno o ambos oídos.

El especialista, una vez realizado el diagnóstico, estará en condiciones de indicar un tratamiento según la causa y la intensidad del problema.

Algunas de las opciones para remediar la pérdida auditiva neurosensorial unilateral y bilateral son:

• Uso de audífonos: son útiles para la pérdida de audición causada por el daño en el oído interno. Es importante que un especialista analice el caso y recomiende un audífono que responda a las necesidades de cada paciente, además de colocarlo. Entre los más populares por sus características y el confort que brindan se encuentran los llamados audífonos de oído abierto.
• Uso de implantes: destacan los implantes cocleares, indicados para la pérdida auditiva de mayor gravedad que no se puede solucionar con audífonos convencionales. El implante de cóclea estimula directamente al nervio auditivo. El especialista será quien indique su necesidad y recomiende su uso. Existen implantes especiales para la pérdida de audición bilateral.
• Terapia rehabilitadora: puede ayudar al paciente a mejorar y desarrollar capacidades lingüísticas y comunicativas.
  
  Aunque el paciente con pérdida auditiva puede recurrir al médico y a la tecnología, su entorno tiene un papel muy importante que cumplir. Entre los cambios necesarios para evitar la exclusión de personas con pérdida auditiva, se encuentran:

• La implementación de estrategias de accesibilidad en dispositivos electrónicos.
• Trabajar en el diseño web y desarrollo de software accesible.
• Implementar servicios de subtitulado e interpretación del lenguaje de señas.

La pérdida auditiva unilateral o bilateral que se produce con posterioridad al nacimiento puede prevenirse en algunos casos.

Para cuidar la audición es importante:

1. Limitar o evitar, en lo posible, la exposición a ruidos muy altos.
2. Utilizar medidas de protección, como cascos y materiales que aíslen del ruido. Esto es importante en aquellos trabajos que implican someterse a sonidos y volúmenes perjudiciales para la audición.
3. Realizar descansos auditivos, como estar en silencio o utilizar tapones ayuda a cuidar la audición.
4. Tener en cuenta y respetar las indicaciones de la OMS para los niveles aceptables de ruido.

Prestar atención a cualquier signo que indique reducción o pérdida de la audición.