Los piercings en la oreja son una forma popular de expresión personal y belleza, pero en algunas ocasiones, a pesar de que se han realizado en un centro especializado y se han respetado todas las normas de higiene para la cicatrización, se produce una infección por el piercing. En este artículo, exploraremos las causas, síntomas y tratamientos para el piercing infectado en la oreja.
Las infecciones en el piercing de oreja pueden ser causadas por varios factores. Estos incluyen:
Es fundamental reconocer los síntomas de una infección en el piercing en la oreja para tomar medidas a tiempo. Los principales síntomas incluyen:
Es fundamental reconocer los síntomas de una infección en el piercing en la oreja para tomar medidas a tiempo. Los principales síntomas incluyen:
• Enrojecimiento e hinchazón alrededor de la herida: Una infección a menudo se manifiesta con enrojecimiento e hinchazón en el área del piercing.
• Sensación de latidos o calor en la zona del piercing: Puedes experimentar una sensación de latidos o calor en la zona afectada.
• Dolor al tacto y sensibilidad excesiva: El piercing infectado suele ser doloroso al tacto, y la piel circundante puede ser muy sensible.
• Secreciones con mal olor de líquido amarillento o verdoso (pus): La acumulación de pus es un signo claro de infección. Esta secreción puede tener un olor desagradable.
• Fiebre: En casos graves de infección, es posible que experimentes fiebre.
Durante las primeras 48 horas de la aparición de los síntomas de una infección en el piercing, es posible considerar la aplicación de remedios caseros como medida inicial.
Esto incluye la limpieza del piercing dos veces al día utilizando una solución salina, que puede ser adquirida en forma preparada o preparada en casa mezclando agua con sal común.
Es fundamental mantener la herida lo más limpia posible. Esto se logra mediante un lavado cuidadoso de la zona afectada con jabón neutro y un secado suave utilizando una gasa para evitar causar daño adicional a la piel.
Asimismo, el uso de suero fisiológico para lavar la herida contribuye a mantenerla limpia y previene la progresión de la infección. Después de lavar la herida, es importante secar la oreja con sumo cuidado usando gasas estériles.
Para infecciones leves, seguir estos consejos, junto con la aplicación de una crema antibiótica especializada, puede ser suficiente para aliviar el dolor y lograr la curación del piercing como el hélix. Sin embargo, en casos más graves que se caractericen por dolor intenso, presencia de pus o fiebre, es esencial buscar atención médica.
Si la infección no mejora en 48 horas o experimentas fiebre, es importante consultar a un médico. Pueden prescribirte cremas antibióticas locales o antibióticos orales según sea necesario.
La prevención es la clave para evitar infecciones en el piercing de oreja. Tomando precauciones adecuadas y confiando en profesionales con las garantías necesarias al realizar tu perforación, las probabilidades de sufrir una infección en tu piercing en la oreja son mínimas. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar:
Asegúrate de dirigirte a un centro autorizado y especializado para la perforación de orejas y evita los piercings realizados por aficionados.
Lávate siempre las manos antes de tocar la zona que debe cicatrizar.
Utiliza pendientes de acero quirúrgico, un material hipoalergénico que reduce el riesgo de empeorar la infección, tal como sugieren los profesionales de perforación.
Si notas signos de infección, abstente de usar perfumes y maquillaje, ya que podrían agravar la situación. Recomendamos recoger el cabello para evitar que se enrede en el piercing.
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Un grano en la oreja puede ser una experiencia incómoda y, a veces, dolorosa. Estos granos, que a menudo se desarrollan alrededor de la zona del piercing, son generalmente el resultado de una infección o una irritación en la perforación. La acumulación de células muertas de la piel, suciedad o bacterias en el área del piercing puede desencadenar la formación de un grano. Si notas un grano en tu piercing, es importante mantener la zona limpia y evitar tocarlo con las manos sucias. En la mayoría de los casos, los granos en los piercings de oreja se pueden tratar con cuidados locales, como limpieza con solución salina y evitar el uso de joyería de baja calidad. Sin embargo, si el grano persiste o empeora, es recomendable consultar a un profesional de la salud o a un piercer experimentado para recibir orientación y tratamiento adecuado.
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Los beneficios de EarPros:
Un tratamiento eficaz para las alergias al níquel consiste en una vacuna que induce tolerancia al níquel. Este método se utiliza desde hace muchos años y suele ser bien tolerado. Los síntomas de la alergia al níquel también pueden tratarse con productos tópicos o medicamentos orales recetados por un profesional sanitario. Es aconsejable utilizar pendientes de materiales hipoalergénicos, como oro de 14 quilates, acero quirúrgico o plata, para evitar reacciones alérgicas.
Una causa probable de un quiste detrás de la oreja es la formación de un nódulo fibroso reactivo o un pequeño quiste dentro del lóbulo de la oreja, que provoca una obstrucción parcial del orificio del piercing. Esta obstrucción puede provocar irritación y aumentar potencialmente el riesgo de infección al llevar pendientes.
Si experimenta este síntoma, es aconsejable evitar el uso de pendientes y limpiar el lóbulo de la oreja afectada. El médico puede recomendar la aplicación tópica de cortisona o crema antibiótica. Si el problema persiste, es necesario consultar a un dermatólogo para explorar soluciones. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.