La otitis media secretora, también conocida como otitis serosa, es una acumulación de líquido en el oído medio sin signos claros de infección. Es frecuente en niños y puede afectar la audición de forma temporal, por lo que un diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones.
La otitis serosa es una condición en la que se acumula líquido en el oído medio sin signos de infección. Esto puede ocurrir debido a una inflamación de la mucosa del oído medio, generalmente provocada por una infección respiratoria superior, un resfriado o alergias. Aunque no hay una infección activa, el líquido atrapado en el oído puede causar sensación de congestión, dolor, pérdida temporal de la audición y presión en el oído afectado. Si estás experimentando alguno de estos síntomas, ¡agenda una cita con nuestros expertos para un control auditivo!
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La otitis serosa es una acumulación de líquido en el oído medio sin infección activa. Aunque suele resolverse sola, en algunos casos se requiere tratamiento para aliviar síntomas y evitar complicaciones. Las opciones más frecuentes incluyen:
En adultos, la otitis serosa suele tratarse de forma conservadora, pero si los síntomas persisten o afectan la audición, pueden considerarse estas opciones:
En niños, el manejo depende de la duración de los síntomas y del impacto sobre el lenguaje y la audición:
La otitis serosa, también conocida como otitis media secretora, es una acumulación de líquido en el oído medio sin signos evidentes de infección aguda. Aunque en muchos casos se resuelve sola, algunos remedios naturales pueden ayudar a aliviar los síntomas y favorecer el drenaje del oído.
Se suelen usar en forma de spray nasal (como los corticoides intranasales) cuando hay inflamación en la trompa de Eustaquio o rinitis alérgica asociada. Ayudan a desinflamar y favorecer el drenaje del líquido acumulado.
Si el líquido persiste durante más de 3 meses o afecta la audición, puede ser necesario un drenaje quirúrgico mediante la colocación de tubos de ventilación (diábolos) en el tímpano.
Aunque no siempre son necesarias, en algunos casos pueden indicarse gotas óticas para aliviar la sensación de presión o molestias leves, especialmente si hay inflamación externa o irritación.
La otitis media serosa, si no se trata adecuadamente o se vuelve crónica, puede derivar en complicaciones que afectan principalmente la audición. Algunas de las más frecuentes incluyen:
La otitis seromucosa y la otitis serosa son dos tipos de infecciones del oído medio que se diferencian por la composición del líquido que se acumula en el oído y las causas subyacentes.
Principales diferencias:
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